Despierta, Alan

«¿Puede pensar una máquina?» se preguntó Alan Turing en 1950. El controvertido cuestionamiento no solo se convirtió en la piedra angular de lo que posteriormente se conocería como Inteligencia Artificial, sino que retomó una serie de reflexiones sobre aquello que nos hace genuinamente humanos. De algún modo, Alan se encarnó en todos los objetos y teorías contemporáneas en las que nuestras vidas se ven afectadas o cruzadas por la tecnología y la técnica. Despierta, Alan es una antología poética de ciencia ficción que indaga en las posibilidades de un ¿ficticio? recorrido humano que oscila entre lo orgánico y lo artificial, entre lo humano y la máquina. El texto plasma una trayectoria inacabada de nuestra evolución como especie y transita por cinco estadios de la existencia: humanos, autómatas, androides, cyborg e Inteligencia Artificial (I.A). Alan se encuentra dormido y los versos aquí planteados intentan despertarlo, pero: ¿Somos nuestro cerebro?, ¿existimos sin nuestros cuerpos?, ¿es posible pensarnos sin nuestras lenguas?, ¿cuál es nuestra relación con las máquinas? Ninguna de las preguntas es respondida por completo, sino que abre otras por medio de algo que parece estar cada vez más abandonado por nuestra especie, pero que la I.A. está empeñada en replicar: la poesía. «¿Puede pensar una máquina?» se preguntó Alan Turing en 1950. El controvertido cuestionamiento no solo se convirtió en la piedra angular de lo que posteriormente se conocería como Inteligencia Artificial, sino que retomó una serie de reflexiones sobre aquello que nos hace genuinamente humanos. De algún modo, Alan se encarnó en todos los objetos y teorías contemporáneas en las que nuestras vidas se ven afectadas o cruzadas por la tecnología y la técnica. Despierta, Alan es una antología poética de ciencia ficción que indaga en las posibilidades de un ¿ficticio? recorrido humano que oscila entre lo orgánico y lo artificial, entre lo humano y la máquina. El texto plasma una trayectoria inacabada de nuestra evolución como especie y transita por cinco estadios de la existencia: humanos, autómatas, androides, cyborg e Inteligencia Artificial (I.A). Alan se encuentra dormido y los versos aquí planteados intentan despertarlo, pero: ¿Somos nuestro cerebro?, ¿existimos sin nuestros cuerpos?, ¿es posible pensarnos sin nuestras lenguas?, ¿cuál es nuestra relación con las máquinas? Ninguna de las preguntas es respondida por completo, sino que abre otras por medio de algo que parece estar cada vez más abandonado por nuestra especie, pero que la I.A. está empeñada en replicar: la poesía.