Magnolia

Magnolia

Ruiz, Felipe

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Hemos tenido la oportunidad como editorial de traducir este pequeño Olimpo y lo hemos depositado en este pequeño frasco llamado libro, porque todo el amor, odio, pasión, paisajes, televisores y pétalos que “observamos”, sí observamos, son versos capaces de producir una alteración en los sentidos, pero ante todo son lenguaje. Con una claridad asombrosa para la editorial, la capacidad creadora del poeta -observamos, insisto- lenguaje puro, la palabra Olimpo o la palabra cielo, el cristiano por ejemplo; “Porque muertos están los ángeles y quedó ciego el Señor” diría Paul Celan, autor de similitudes con el poeta presentado.

Proyecciones del pensamiento, artificios, un poco de alquimia verbal, lenguaje, denominaciones. (…) un poco de aire movido por los labios/ palabras/ para ocultar quizás lo único verdadero, diría Jorge Teillier.

El autor ante todo es un constructor, un maestro del oficio y deposita en frascos sus orbes, ya desde un principio se nos invita a descubrir este mundo. Guarda en este frasco tu pequeño Olimpo. Al avanzar dentro de este frasco germinamos esta flor, la fecunda Magnolia que durante siglos de evolución, termina siendo polinizada por duros escarabajos. En síntesis un símbolo de fertilidad, una semilla para depositar en nuestras mentes, en nuestros sentidos.

La construcción estética de la portada a cargo de Nicolás Brino, quien desde su perspectiva nos da el primer ingreso a este frasco, AJIACO EDICIONES en este mundo mercantil, es una simple etiqueta, pero somos sensibles y tenemos consideración ante el mercado de galaxias. Llevaremos esta semilla donde sea posible germinar, pero también beberemos de ella, ya que no somos capaces en descuidar ni un solo botón, de esta hermosa flor, sobre todo si de esta hemos sido los escarabajos.

Tomaré un verso de Felipe y de manera más bien, entrometida y posesiva, se lo adjudicaré a la editorial. Nosotros jugamos póquer con naipes de tarot. Entonces aquí lo tienen, la baraja ya está sobre la mesa, los invitamos a leerse la suerte en este espejo, hacerse parte de este pequeño e interminable Olimpo. Gracias al autor por elegirnos y gracias a todos ustedes los lectores por confiarnos a tremendos creadores. Hemos tenido la oportunidad como editorial de traducir este pequeño Olimpo y lo hemos depositado en este pequeño frasco llamado libro, porque todo el amor, odio, pasión, paisajes, televisores y pétalos que “observamos”, sí observamos, son versos capaces de producir una alteración en los sentidos, pero ante todo son lenguaje. Con una claridad asombrosa para la editorial, la capacidad creadora del poeta -observamos, insisto- lenguaje puro, la palabra Olimpo o la palabra cielo, el cristiano por ejemplo; “Porque muertos están los ángeles y quedó ciego el Señor” diría Paul Celan, autor de similitudes con el poeta presentado.

Proyecciones del pensamiento, artificios, un poco de alquimia verbal, lenguaje, denominaciones. (…) un poco de aire movido por los labios/ palabras/ para ocultar quizás lo único verdadero, diría Jorge Teillier.

El autor ante todo es un constructor, un maestro del oficio y deposita en frascos sus orbes, ya desde un principio se nos invita a descubrir este mundo. Guarda en este frasco tu pequeño Olimpo. Al avanzar dentro de este frasco germinamos esta flor, la fecunda Magnolia que durante siglos de evolución, termina siendo polinizada por duros escarabajos. En síntesis un símbolo de fertilidad, una semilla para depositar en nuestras mentes, en nuestros sentidos.

La construcción estética de la portada a cargo de Nicolás Brino, quien desde su perspectiva nos da el primer ingreso a este frasco, AJIACO EDICIONES en este mundo mercantil, es una simple etiqueta, pero somos sensibles y tenemos consideración ante el mercado de galaxias. Llevaremos esta semilla donde sea posible germinar, pero también beberemos de ella, ya que no somos capaces en descuidar ni un solo botón, de esta hermosa flor, sobre todo si de esta hemos sido los escarabajos.

Tomaré un verso de Felipe y de manera más bien, entrometida y posesiva, se lo adjudicaré a la editorial. Nosotros jugamos póquer con naipes de tarot. Entonces aquí lo tienen, la baraja ya está sobre la mesa, los invitamos a leerse la suerte en este espejo, hacerse parte de este pequeño e interminable Olimpo. Gracias al autor por elegirnos y gracias a todos ustedes los lectores por confiarnos a tremendos creadores.



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