Cartas desde Chiloé
La pesca es una actividad importante en la isla de Chiloé. Entre sus redes atrapa el necesario alimento, pero también el corazón de las personas. Le sucedió a Inés Purcell quien decidió, hace más de tres décadas, radicarse para siempre en Chiloé. No la espantó el frío ni las lluvias, la falta de agua potable o de los servicios básicos. La conquistó la sencillez de la su gente, el lento devenir del tiempo, los amaneceres. Y auroras.
Periódicamente- con pluma ágil y entretenida- describió a su amiga Lumi lo que esto significó, esta decisión para ella y también para la Isla. La aceptación de la gente, los mitos y leyendas, las costumbres y los rencores, los amores y despedidas: todo transita por estas cartas. Mientras Chiloé comienza a ser la vida toda de Inés, el remolino del tiempo trae la luz, los puentes y caminos transformando un mundo rural y apegado a la tierra y al mar.
Nos cuenta la autora: ”Viví muchos años con velas y al comienzo, las añoré. Esas conversaciones a la luz de la vela y al calor de la estufa con mis viejas y viejos tan queridos de Huelden y Pulelo, algunos ya fallecidos, me enseñaron con su amistad y cariño el alma y el sentir chilote.”
Antes de la aparición del mail y de los celulares las cartas fueron un importante vehículo para trasmitir conocimiento, mantener relaciones profundas y duraderas. Las cartas de Inés a Lumi, sinceras, comunicativas, a veces alegres, otras irónicas y tristes, todas en un estilo impecable, nos recuerdan de la importancia de esta forma literaria.
Mail, Twitter, WhatsApp, celular y otros han terminado con el intercambio entre Inés y su amiga. La técnica ha reemplazado el intercambio epistolar, del cual esta excelente recopilación da cuenta.
Quien quiera conocer la isla, el embate de la modernidad sobre sociedades apegadas al mar y a la tierra encontrarán aquí algunas claves importantes y sorpresivas.
Algunos testimonios:
Sencillamente hermoso. En algunos pasajes me reí a carcajada. En otros me emociomé mucho. Comprobé que llevo 20 años acá y debido a mi carácter, no he tenido ni la capacidad ni la sensibilidad de empaparme de la esencia de esta cultura chilota.
Tus dotes de escritora son destacables: ágil, divertida, de gran despliegue descriptivo y con una capacidad de narradora tal que no cabe duda Lumi vivió cada día, contigo, todas las historias. Tu la has vivido a concho. Te has hecho protagonista de la historia de tus vecinos y con generosidad los has hecho crecer, pero respetando absolutamente quienes son. Sencillamente hermoso.
Compruebo que llevo 20 años acá y, debido a mi encierro en la oficina, pero también debido a mi carácter, no he tenido ni la capacidad ni la sensibilidad de empaparme de la esencia de esta cultura chilota.
Me impresionó el libro de Inés, primero por el recuerdo de algunos episodios que nos unen en hilo invisible: la semana de muertes en Pulelo, cuenta el origen de uno de mis poemas "No se crían hijos para verlos morir". Lo que ella vivió con nombres y apellidos de sus vecinos, yo lo escuché por la radio; cuando habla del programa Encuentro de Poesía en el Aire, me emocioné porque habla desde el otro lado del aparado, el oyente. Ese programa lo hacíamos Kemil Ríos y yo, fue muy importante para mí en esos años y ahora recordé todo lo que trabajábamos y discutíamos con Kemil. Yo quería leer los mejores poemas que llegaban y Kemil insistió siempre en leerlos todos.
Reconocí todo, cada palabra, cada caracter, cada oficio, quehacer... con variaciones menores, esa atmósfera se repite en Huicha, en Dalcahue, en Quenac de mi infancia y adolescencia.
Gracias por el día perfecto. Por la maravilla de la amistad.
Abrazo
Rosabetty Muñoz, poeta de Chiloé