Yo serví a Lucifer sin saberlo
Con su testimonio personal y su gran cultura masónica, Serge Abad-Gallardo demuestra que, desde hace trescientos años, la masonería especulativa se esfuerza por minar todo lo conseguido en dos mil años de cristianismo, y especialmente de catolicismo, ya que es esta una religión estructurada, jerarquizada y unificada en torno al Papa: se trata de un verdadero «combate espiritual», ignorado hoy en día tanto por muchos católicos como por muchos masones de los tres primeros grados.
Por su parte, desde los primeros minutos de su pontificado, el Papa Francisco sorprendió incluso a numerosos fieles suyos poniéndolos en guardia contra las asechanzas del diablo.
Habiendo sido maestro masón, Venerable de la Logia del Gran Oriente de Francia, Caballero Rosa Cruz (grado 18) y habiéndome convertido en Lourdes, confirmo sin reservas todas las pruebas aportadas por Serge del dualismo religioso de la masonería, de la veneración de los altos grados por Lucifer y de la execración de los dogmas de la fe católica, lo cual se traduce abiertamente, en algunas logias u obediencias, por el grito: ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad, abajo el clero! Con su testimonio personal y su gran cultura masónica, Serge Abad-Gallardo demuestra que, desde hace trescientos años, la masonería especulativa se esfuerza por minar todo lo conseguido en dos mil años de cristianismo, y especialmente de catolicismo, ya que es esta una religión estructurada, jerarquizada y unificada en torno al Papa: se trata de un verdadero «combate espiritual», ignorado hoy en día tanto por muchos católicos como por muchos masones de los tres primeros grados.
Por su parte, desde los primeros minutos de su pontificado, el Papa Francisco sorprendió incluso a numerosos fieles suyos poniéndolos en guardia contra las asechanzas del diablo.
Habiendo sido maestro masón, Venerable de la Logia del Gran Oriente de Francia, Caballero Rosa Cruz (grado 18) y habiéndome convertido en Lourdes, confirmo sin reservas todas las pruebas aportadas por Serge del dualismo religioso de la masonería, de la veneración de los altos grados por Lucifer y de la execración de los dogmas de la fe católica, lo cual se traduce abiertamente, en algunas logias u obediencias, por el grito: ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad, abajo el clero!